Ramiro Francisco
Lo que tratamos en esta oportunidad, es uno de esos temas pocas veces sacados al Sol. Suele mejor, ser conversado tras bastidores en medio del enojo y la llamada vergüenza ajena.

Se trata, imaginemos una actividad donde se le brinda Reconocimiento a políticos, intelectuales, religiosos, dirigentes comunitarios, puesta en circulación de un libro o revista, Inauguración de templo, carretera, Casa Club, juramentación de nueva directiva, Rendición de Cuentas (Alcaldías, presidencia, legisladores, alguna entidad bancaria o empresarial, y ha sido invitada la prensa.

Muchos tienen la suerte de tener su manual o protocolo, de conforme al lugar donde se realice la actividad, apartan uno o dos espacios estratégicos, donde puedan realizar su trabajo, los periodistas, comunicadores, camarógrafos y fotógrafos invitados.
Esto, a los fines de no impedir la visibilidad de las personas o público que, por igual, han sido invitados al evento.
Sucede muchas veces que, si no existen esas estrategias de los organizadores, se da la vergonzosa y triste escena de que una gran cantidad de nosotros los comunicadores nos colocamos al frente para tomar fotos, videos y audios de los actores y en ese trabajo, impedimos, obstaculizamos la visión de los otros invitados ya presentes y ocupando sus lugares determinados en el salón.
En esto, la autoridad del maestro de ceremonias, es importante para recordarles de manera amable y muy diplomática a los miembros de la prensa, el o los lugares escogidos para realizar su trabajo. Darle un nuevo vistazo a la foto de portada.

Es –pensamos- correcto dejar dos espacios al frente y en ambos ángulos izquierdo derecho, en los que camarógrafos y fotógrafos pueden realizar eficientemente su labor al tener de frente los actores y al público.
Espero hayan notado, que NO hemos escrito sobre Rueda o Conferencia de Prensa. Eso es OTRA actividad.

Es cuestión de reglas, disciplina y obediencia a las mismas y así podemos evitar en lo posible, tantas malquerencias y que se vea a la ”prensa” como loca y descontrolada.