Lic. Ramiro Francisco
El gran cantante brasileño Miltiño, en una de sus hermosas canciones nos dice “al recordar, aquel lugar por siempre amado, siento el hechizo de aquel paraíso de estar a tu lado”.
Esta vez, quiero recordar porque la gran mayoría lo sabe, la gran responsabilidad, que tenemos todos los que hacemos uso de los medios de comunicación.
Programas en radio, televisión, canal de Youtube, redes, plataformas, periódicos, muros, what Shap, Facebook, Tic Tok…!cual sea!.
Muchos creemos, que tener un medio a nuestra disposición, nos da poder para hacer todo. En medio de esa ilusión, nos sentimos más valientes de la cuenta. Alzamos la voz, cerramos los puños, amenazamos, acusamos sin prueba alguna, a las autoridades, empresarios, religiosos, legisladores, dirigentes políticos…vomitamos heces y no nos damos cuenta.
Un micrófono, una página web, un canal, un programa, un periódico digital, da status, poder, fama…y llegamos a creernos “la gran cosa”.
Aunque muchos hacen buen uso de los mismos, otros, los utilizamos para tratar de enlodar honras, extorsionar, chantajear, creyendo aquello de que “ensucia…que algo queda”.
Más, si tenemos a nuestros lados “políticos o empresarios” que hacen y pagan por cualquier cosa, con tal de “joder al enemigo”.
Cuando vienen los “terremotos” y los viajes a los tribunales, esos a quienes servimos como ovejitas mansas, nos dejan completamente solos, como la soledad que canta Rolando La Serie .
Hoy, una vez más les recuerdo, no solo a los “nuevos periodistas y comunicadores”, sino también a los viejos, a los graduados en Periodismo, a que podamos hacer un uso decente, correcto, ético y prudente, de los medios donde realizamos nuestra labor.
En la actualidad, son muchos los “comunicadores y periodistas” que se ven envueltos en casos graves en los tribunales de justicia, y en la mejor de las situaciones, tienen que retractarse de lo expresado, por no tener suficientes pruebas de las acusaciones realizadas.
Al mermar la credibilidad del comunicador o periodista, se pierde una de las mejores credenciales para el buen ejercicio del periodismo y la comunicación.
Puede rehabilitarse. Pero toma tiempo.