Lic. Ramiro Francisco
Si no recordamos mal, es en las Santas Escrituras, donde se lee, que en los últimos tiempos, los “entendidos, entenderán”. ¿Entender qué? Lo que cada quien desee comprender
El Conocimiento, es para aquellos que realmente se interesan en adquirirlo. En cualquier modalidad de las Ciencias o ¿Por qué no? En lo espiritual.
Nadie puede llegar a un extremado conocimiento digamos en las Matemáticas, sin mostrar interés por esos estudios y en alcanzar cada día nuevos peldaños.
Ahora, esos niveles de comprensión, entendimiento, sabiduría o Conocimiento, no vienen por que sí. De la noche a la mañana, sin esfuerzos, sin sacrificios, con sobrada haraganería.
Hable, con los que hoy son destacados profesionales de la Medicina o Ingeniería, indague con un buen profesional de las leyes, pregunte a un connotado Arquitecto, Ingeniero Mecánico, Eléctrico o Hidráulico, como llegaron allí.
Conozca la trayectoria de un excelente profesional de la Pedagogía, un Ingeniero Químico, y ahora que se habla de la Física Cuántica. Pregunte, indague si es que verdaderamente le interesa abrirse paso y crecer.
Indudablemente, que la expresión sacrificio, tenacidad, constancia, no faltarán.
¿Qué no entiende y desea ardientemente conocer? ¿Qué hace para lograrlo?
En otras oportunidades hemos señalado, que las dudas son buenas, siempre que nos muevan a indagar, preguntar e investigar, hasta ir despejando paulatinamente las mismas.
Aarón y Moisés, se presentaron ante el Faraón egipcio y allí para muchos lo que hubo fue una guerra de magia o hechicería. Ante la conversión en serpiente de la vara de Aarón, los sacerdotes egipcios hicieron lo mismo con sus varas, aunque la primera se comió las segundas.
¿Por qué se convirtieron en serpientes y no en palomas? ¿Qué poder poseía Aarón, que tenían por igual, los sacerdotes egipcios?
¿Si tanto nos interesan los hechos extraños y raros que podemos leer en las Sagradas Escrituras, permanecemos inertes sin estudiarlos, preguntar o discutir?
Es San Pablo, en una de sus cartas a los corintios, donde explica de su experiencia “extraña y sobrenatural” y menciona desconocer si fue “en el cuerpo o fuera del cuerpo”.
¿Qué es eso? ¿Ha escuchado alguna vez en escuelas bíblicas o catecismo, hablar de “fuera del cuerpo”?
¿Es uno de esos temas vedados porque se “acerca” al espiritismo y hechicería?
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Seguimos con el título en segunda parte
