Por Juan Colon
Alrededor de los años 2007/2008 me di a la tarea de dar a conocer a nuestra generación en curso las huellas de músicos trascendentales nuestros que habían dejado grandes huellas, muchos de ellos más internacionales que otros y luego sobre jóvenes músicos, también sobre grupos y orquestas desconocidas o enterradas vivas, logrando un tímido despertar hasta llegar a inspirar más jóvenes empezar a escribir sobre nuestros grandes exponentes.
Escribí sobre diferentes géneros los cuales cultive durante mis años de vigencia.
No obstante ver el giro social y musical mis puntos cruciales nunca cambio porque traté de ser verás sobre todo sin importarme los tan hoy buscados «likes» que tanta confusión ha traído y lo seguirá logrando.
El Merengue es Güira y Tambora sin pretender buscar la quinta pata al gato.
A la víspera de cumplir mis grandiosos 75, mi mayor regalo de mi padre celestial y de tres padres musicales que tuve nunca claudique ninguna imposición desfasada en contra de mi música, (merengue).
Penosamente buscando comercio y nombres hemos caído en negociar lo nuestro y crear confusiones logrando que nuestra sociedad pierda el significado de la palabra Género. No existen dos géneros iguales ni que tengan el mismo patrón rítmico.
A partir de ahora dejaremos de manera definitiva escribir sobre nuestro merengue. Si usted lo siente defiendalo, pero hagalo con dignidad y conocimiento y si no le importa déjelo cómo está y si quiere ser músico y científico sin conocimiento de causa hágalo y busque lo que se quiera buscar.
Di lo mejor y máximo de mi. Otros lo pueden hacer. Después de 75 cada minuto es un regalo Divino.