14 Marzo 2024
Sin embargo, el verdadero punto de inflexión en la evolución de los cobots lo representa la integración de la inteligencia artificial (IA) en esta tecnología. Es esta combinación la que promete alcanzar nuevos objetivos en términos de innovación y ventajas para las empresas.
Robots colaborativos y aprendizaje automático: el futuro de la robótica
En comparación con los robots industriales tradicionales, los cobots aprovechan una amplia gama de innovaciones técnicas. Lo que realmente los distingue en el mercado es su capacidad de captar, ver y sobre todo aprender. Y es precisamente el aprendizaje automático el que encierra el mayor potencial en la integración entre la inteligencia artificial y la robótica colaborativa.
Como forma de inteligencia artificial, el aprendizaje automático (machine learning) permite crear un sistema robótico muy complejo y capaz. Mediante operaciones algorítmicas o estadísticas, reduce aún más los requisitos de programación de los robots colaborativos, ya que son capaces de aprender automáticamente de la experiencia. Por ejemplo, el aprendizaje profundo (deep learning) se aplica a la robótica para replicar cómo el cerebro humano se adapta a los cambios en las entradas para aprender. Es obvio cómo esta capacidad de aprendizaje mejorará drásticamente la flexibilidad de los robots colaborativos.
Principales novedades en la integración entre IA y robótica colaborativa
Los cobots trabajan en estrecha colaboración con humanos, maquinaria y estantes llenos de productos. Para llevar a cabo sus tareas de forma segura y eficaz, los robots deben poder detectar hábilmente los obstáculos en su entorno y reaccionar adecuadamente ante ellos. Con este fin, una aplicación crucial de la inteligencia artificial en la robótica colaborativa es maximizar su conciencia de su entorno. La IA seguirá siendo la fuerza impulsora detrás de estas capacidades.
Por ejemplo, con tecnologías como la visión por computadora 3D, que permite a los cobots identificar el tamaño, la forma, la orientación y la profundidad de los objetos. El resultado son robots colaborativos capaces de navegar de forma autónoma dentro de las plantas y operar sin guía humana constante.
La seguridad es un área en la que la inteligencia artificial puede mejorar significativamente la robótica colaborativa. Partiendo de la seguridad de los trabajadores en las interacciones con estas máquinas. Gracias a las tecnologías de inteligencia artificial, los cobots tienen capacidades integradas para interrumpir, ralentizar o corregir operaciones si se detectan humanos en su camino. Si bien los robots colaborativos ya están equipados con capacidades similares, la investigación continuará explorando cómo la inteligencia artificial puede aportar mayores mejoras en la seguridad.
Pero no solo. En el futuro, los avances en inteligencia artificial seguirán mejorando las capacidades de los cobots para que estas máquinas puedan funcionar de forma cada vez más segura y eficiente incluso más allá de los entornos fabriles. Por ejemplo, el uso de robots colaborativos en obras de construcción y para tareas de seguridad perimetral.
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