Ramiro Francisco
A quienes creen, a quienes no creen
Hoy, el mundo cristiano celebra la victoria del Maestro sobre la muerte. Su resurrección con todos sus misterios e interrogantes. Muchos años después, San Pablo afirma en su Epístola a los Corintios que, si Jesucristo no resucitó, vana era la predicación y vana también la fe.
No olvidar, que durante su ministerio Jesús, además de sus enseñanzas públicas y a sus discípulos, sanaba enfermos y hacía volver a la vida (resucitaba) a personas recién fallecidas. Creemos no alcanzaban la semana de haber muerto.
Aquí están sus nombres La Hija de Jairo, el Hijo de la Viuda de Naím y Lázaro. Esas historias o relatos se encuentran en tres de los Evangelios. Marcos, Lucas y Juan respectivamente.
Es más, con la resurrección de Jesucristo –que hoy celebramos- muchas personas, también salieron de sus sepulcros conforme narra Mateo y aparecieron a muchos.
Ahora bien, lo que no encontramos en parte alguna de la Sagradas Escrituras, es si alguna de las personas resucitadas, desde el hijo de la Viuda de Naím, la hija de Jairo, el mismo Lázaro y estas personas que se presentaron a parientes y amigos, el mismo día de la resurrección del Señor, contaron su experiencia más allá de la muerte.
Nada se sabe. ¡Un silencio sepulcral al respecto! ¿Nadie preguntó nada? ¿No hubo interés alguno en saberlo?
¡Por supuesto, no habían periodistas por allí, ni se conocía sobre Inteligencia Artificial! Esas experiencias fueron sepultadas de nuevo con sus protagonistas.
Otra posibilidad de ese marcado silencio al respecto, y con esta estamos totalmente de acuerdo, es que la misma humanidad de entonces y ahora, no está preparada para recibir ciertas verdades.
Es entonces, cuando esas verdades son filtradas a personas debidamente seleccionadas muy evolucionadas y preparadas para recibir esa “carga de responsabilidades”. Tal vez sea lo correcto, hasta que se llegue a ese grado de conocimiento, en que se caen y abandonan mitos, doctrinas y religiones.
Tratemos de avanzar donde sea nos encontremos.
En esos grados, etapas o procesos, entonces y solo entonces, los entendidos entenderán.