Por Ramiro Francisco
A Don Renato Ferrero en Neuquén, Argentina.
A menos de dos semanas para realizarse las elecciones presidenciales, las últimas encuestas publicadas en República Dominicana, son motivo de noticias, comentarios y análisis en diferente medios de comunicación.
Que son “compradas”, “fiadas”, “manipuladas”, “no creíbles”, y suele leerse, una andanada de epítetos y maldiciones contra los medios que las publican, junto a sus dueños, y hasta contra aquellos periodistas o comunicadores (hombres y mujeres) que las valoran y comentan.
No somos muy dados a las Matemáticas y Ciencias afines. Dos de mis hermanos, son unos “diablos” en ella. Uno es profesor de matemáticas, y por los testimonios de sus estudiantes y compañeros, es “muy bueno”. Mi hija Raquel, es “una leona” en Matemáticas.
Aceptamos eso sí, que las encuestas, es el resultado para el momento. Que las últimas dadas a conocer, no quiere decir, se mantienen esos mismos números para el día de las elecciones.
Pero, el viejo Venancio El Curandero, me dice que de la misma manera que los números pueden bajar algún porcentaje, asimismo, pueden subir.
Ahora bien: Notamos mucho nerviosismo, desesperación y descontrol. Y son esas condiciones, las que muchas veces nos hacen cometer errores y hablar sandeces.
Esto último, no es más que” burradas, barrabasadas, contrasentido, desacierto, despropósito, disparate, necedad, tontería”.
El día de las elecciones presidenciales y congresuales, llegará y cada quien votará por sus candidatos preferidos, y se fortalecerá la democracia en nuestro país.
Luego se conocerán los ganadores. De los candidatos presidenciales, uno resultará ganador. Tendremos pataleos y felicitaciones. Uno será el electo presidente de la República.
No perdamos amistades, por asuntos políticos partidarios. La vida sigue y las encuestas también.