Por Santiago Lozano
Tomando el refranero popular el cual señala que a falta de pan cazabe, me quiero referir al comunicado que anuncia la salida de servicio del teleférico, el más grande atractivo turístico de toda la zona norte de nuestro país.
Y digo esto, porque en virtud de la salida de servicio del funicular por cerca de dos años, sigue teniendo nuestra zona, una variedad de atractivos que son apetecidos por los miles de visitantes nacionales y extranjeros que nos visitan.
Entiendo que a falta de tan importante atractivo como los es nuestro teleférico, al subir a la montaña Isabel de Torre, éste ofrece un panorama lleno de ensueños por su clima y vegetación, paradisiaco lugar con un ambiente natural y de relajación espiritual.
Nuestra provincia cuenta, dentro de sus ofertas complementarias, con un caudal de cosas maravillosas, en las cuales las personas que nos visitan pueden encontrar áreas especificas para el disfrute de todo tipo de placeres.
Por ejemplo, aquí tenemos nuestro ANFITEATRO y si lo pongo en mayúscula, por si su imagen nos remonta a la vieja Europa, con sus grandes coliseos y si por eso no se puede tocar, parece que es preferible verlo deteriorar con el paso del tiempo y convertido en un Elefante Blanco, cuando tan imponente obra puede ser readecuada y convertirla en un gran centro de espectáculo tal como fue creada.
En ese tenor, pienso que expertos arquitectos y paisajistas, bien pueden ser consultados a los fines de construirle un techado que armonice con esa estructura, cuestión de que en ese lugar se puedan presentar espectáculos artísticos diarios con nuestra música, merengues, bachatas y sones y en sus alrededores nuestra artesanía y los cruceristas y el público, convertirían nuestro malecón en el epicentro de grandes actividades y de esa manera desahogamos el centro de la ciudad y el amontonamiento de tantos turistas chocándose uno con otros. Digo yo.
