Ramiro Francisco
A mi nieta Emma, en Neuquén-Argentina
No puedo catalogarlas de historias misteriosas, extraordinarias, locuras, bobadas o lo que usted quiera y considere.
¡Pero, son únicas! No se han repetido a lo largo del tiempo y espacio de la Humanidad. Nunca más, hemos leído nada semejante.
Se trata simplemente, de los casos ocurridos a Enoc y al profeta Elías. Arrebatamiento o desaparición, Dios se los llevó de esta dimensión de vida, sin tener que pasar por la muerte.
La historia de ambos personajes, quien desea puede encontrarla en los primeros capítulos del Génesis (el caso de Enoc) y en el 2do libro de Reyes, por igual en sus primeros capítulos, se nos da a conocer la hermosa historia del profeta Elías.
A los dos, quienes nos narran esos episodios, nos dan a conocer que el Altísimo tuvo que ver con ambos acontecimientos.
Por lo tanto, son las únicas personas que han pasado esas barreras o fronteras, sin haber muerto.
En diferentes libros de las Sagradas Escrituras, se hace mención de ellos. Una simple Concordancia ayuda mucho.
Desconozco, el tiempo transcurrido entre uno y otro acontecimiento.
La partida de Enoc se nos revela, de manera muy escueta “caminó Enoc con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó”.
Respecto a Elías, ya el pueblo de Israel, estaba en la llamada Tierra Prometida. Miles de años había pasado –creemos – desde el caso de Enoc. El autor de 2 de Reyes describe, relata como buen ejemplo de un reportaje periodístico, como fue el arrebatamiento del profeta Elías.
Más de 900 años pasaron de la partida de Elías, cuando ya en pleno ministerio de Jesús, dejando atrás a David, Salomón, Daniel, Isaías, Jonás y tantos otros personajes, y habiendo entrado el pueblo escogido en una de esas épocas de decadencia política, en uno de los Evangelios, vuelve a aparecer la figura del profeta Elías.
Esta vez, junto a Moisés. Otro famoso personaje del Antiguo Testamento, con más de cinco Siglos entre el accionar de uno y otro aparecen juntos hablando con el Maestro, en lo que hoy conocemos como la Transfiguración de Jesús.
Ante los asombrados tres discípulos escogidos por el Señor para esa ocasión. Pedro y los dos hermanos Santiago y Juan.
¿Cómo sabían los discípulos que esos personajes que hablaban con el Maestro, eran Moisés y Elías?
Ni cámaras, celulares ni USB, estaban siquiera en la imaginación de los seres humanos por entonces.
Lo que es imposible para el hombre, posible es para el Señor.
Una fuerte conexión divina que constantemente transmitía conocimientos a aquellos escogidos.
Con cuánta razón Pedro recordaría más adelante “lo que no entiendes ahora…lo entenderás después”.