El director general de Migración, vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, reconoce que en la frontera opera un negocio con el tráfico ilegal de haitianos, lo que definió como un atentado contra la patria, en el que participan militares y civiles.
Alivia saber que Lee Ballester no es el último en enterarse de la existencia de ese entramado mafioso al que también se agregan dueños de hoteles y posadas, que alojan a indocumentados y transportistas que los trasladan hacia diversos lugares del territorio nacional.
Aunque el funcionario ha señalado que no solo debería colocarse el dedo en la llaga de los militares, no habría forma de entender cómo esos tratantes de personas logran evadir retenes custodiados por miembros del Ejército en los diferentes en tramos de autopistas y carreteras de obligado tránsito.
Llueven denuncias sobre extorsión a indocumentados en su traslado hasta la frontera, con la promesa de interrumpir el proceso de repatriación para lo cual deben pagar miles de pesos, lo mismo a quienes ingresan por diferentes puntos fronterizos.
Lee Ballester reclamó el concurso de la población para enfrentar las mafias que trafican con indocumentados y anunció que se realiza un levantamiento para aumentar y capacitar al personal de Migración, pero debería advertirse que también se requiere un amplio proceso de investigación a los fines de identificar manzanas podridas.
Ante el creciente tráfico de indocumentados a través de la frontera custodiada por las Fuerzas Armadas, se requiere también que el Ministerio de Defensa active a las áreas de inteligencia castrense para detectar o descartar la posibilidad de que personal militar estén vinculados con ese ilícito penal.
No exagera el director de Migración al advertir que el contrabando de haitianos sin papeles constituye un crimen contra la patria, porque esa práctica ilegal disminuye el impacto del programa de repatriaciones que ejecuta esa institución, además de fomentar el indeseado desorden migratorio.
El tráfico de haitianos se erige hoy como un negocio millonario que se nutre de la miseria y la desesperación de miles de inmigrantes, por lo que el Ministerio de Defensa, la Dirección de Migración y el Ministerio Público están compelidos a sujetar a ese toro por los cuernos, caiga quien caiga.
Editorial de El Nacional