No significa ser ilusos, aunque el entorno sea cada vez más complicado y lo único real son los desafíos que se avecinan.
Este inicio de año quizá sea también el momento más adecuado para detenerse y preguntarse cuánto daremos, cuánto nos esforzaremos por la propia superación en busca de ese anhelado cambio que debe empezar por cada uno de nosotros.
Debiéramos recomenzar en el 2025 y ayudar a los que aún no tienen metas definidas, sin excluir a los escépticos y desesperanzados; tampoco a los que no tienen confianza en sí mismos, a quienes hay que insistirles en que nunca es tarde para volver a intentarlo porque cualquier momento en que se comienza será el correcto.
Es lo que recomiendan las leyes de espiritualidad que se practican en la India y que, por apropiadas, transcribimos algunos fragmentos, para arrancar con buen pie: “Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es entonces cuando comenzará. Siempre es ese el momento perfecto para hacerlo. Ya sea un estudio, una relación, un nuevo trabajo… nunca es tarde. No hay que tener miedo a empezar algo de nuevo. Ni pensar: ya es tarde, ya soy grande. Cada instante es una oportunidad”.
La vida se compone de propósitos y decisiones; se trata de soñar con lo posible, trabajar con lo real y cambiar lo que deba cambiarse para estar mejor que ayer.
Fuente: EL Caribe