Danilo Arzeno
Mi canto es para los que no se rinden, para los que no
claudican, para los que tienen fe, para los triunfadores.
Yo estoy convencido de que las palabras que brotan del
corazón no mueren en el corazón del pueblo, no se
evaporan como gotas de agua en el desierto.
Compatriota, sembremos las palabras en los surcos abiertos
por otros soñadores que se nos adelantaron en el camino,
porque algún día las palabras brotarán como rocas
incandescentes y cambiarán positivamente el curso de la
historia.
No es sólo un deseo, es una necesidad, porque el sistema
imperante ha sido transformado en un paraíso para la
delincuencia organizada y en un inferno para los pobres.
Pero no podemos olvida…
Triste privilegio de ser un lacayo que se postra ante los
políticos corruptos a cambio de dinero.
Gracias a Dios no todo está perdido, no son muchos, pero
aún quedan hombres
íntegros, honrados, valientes,
decididos a luchar por el adecentamiento de nuestra
sociedad.
Cuando Juan Pablo Duarte fundó la Sociedad Secreta La
Trinitaria el 16 de julio de 1838, sólo asistieron nueve de
los comprometidos a la reunión en la casa de Josefa Antonia
Pérez de la Paz (Doña Chepita). En esa época nuestro
territorio era habitado por unas 150 mil personas.
Y ese puñado de hombres y mujeres enfrentó y derrotó al
poderoso y
numeroso
ejército haitiano
fuertemente
armado y mejor preparado militarmente que nosotros.
Compatriota no te rindas, no claudiques,
no te vendas a los
políticos corruptos por dinero hurtado al pueblo, porque te
convertirías también en un bandido, un sinvergüenza, un
ladrón y un corrupto.
Nota: Si le gustó este trabajo, coméntelo por
favor. Su opinión es muy importante para mi. Gracias.
Algún día me recordarán