Carlos Nina Gómez lo que hace es de corazón. Le agradezco que me haya citado varias veces en su nuevo libro “Historia imborrable”.
No tenía que hacerlo. Con independencia de que asumo la dominicanidad como mía desde 1989, soy un simple emigrante. Ni más ni menos. Y a mucho orgullo. Además soy un “enganchado” al periodismo desde mis años cubanos. Lo ejerzo porque me permite ganarme la vida honradamente.
Soy un literato que no tiene otro más remedio que escribir crónicas urbanas, reportajes y entrevistas a figuras culturales sin otro anhelo que estampar los puntos de vista de un tiempo donde vivo, com gente buena o mala, tramposa o resentida. Un tiempo en el que creo.
Nada más
No pretendo gloria. Al poco tiempo de mi muerte seré olvidado porque debo darle paso a otros que serán mejores.
Por todo ello me sonrojo al ver mi nombre incluido entre tantas páginas junto a onomásticos ilustres que vivieron otro tiempo y otro espacio donde el periodismo exigía ser un arma «cargada de futuro».
Pero mi tiempo es otro, al igual que mi oficio. Es el tiempo de comenzar de cero y dejar atrás los viejos hábitos del combate verbal o escrito. Además, debo priorizar, aunque me duelan, los problemas de la tierra donde nací y a la que debo defender por sobre todas las cosas igual que los abnegados profesionales dominicanos defendieron y defienden a la suya.
Mi única arma es la palabra, envuelta entre imágenes y metáforas igual que lo hicieron aquellos dominicanos que integraron la famosa Generación del 48 cuando cantaban contra Trujillo con textos simbólicos para no ser sometidos a la picota o al Foro Público.
En mi caso, un insignificante inmigrante sin vela en este entierro, recomiendo la lectura de este nuevo libro de Carlos Nina Gómez. Vamos a conocer a los grandes dominicanos de ayer.
Repito: Mucho le agradezco mi inclusión. Me distingue. Me otorga altura. Pero no la merezco.
Ese libro de Nina es un recuento profesional de unos seres humanos que lo dieron todo a cambio de la incómoda verdad, Volver a ellos es un deber de los dominicanos de hoy. Se agradecerá.