En el contexto de la crisis por la canalización en Haití del río Masacre, a la que una comisión de ambos países busca una salida tras vencerse hoy el plazo otorgado por el presidente Luis Abinader para ejecutar el cierre de la frontera, ha aflorado un caso grave alrededor de la verja perimetral que se construye en la zona.
La malla ciclónica ha sido rota por lo menos en la parte que conecta con el sector La Sal, de Dajabón. De inmediato se ha atribuido la acción a sectores haitianos interesados en el trasiego de indocumentados de ese país a territorio dominicano.
Pero el sabotaje, en honor a la verdad, plantea muchas interrogantes. En primer lugar está la calidad del material, que se supone sería de primera para evitar precisamente que pueda ser roto con relativa facilidad.
Pero lo que más llama la atención es la vigilancia de este lado de la frontera, sobre todo cuando se ha hablado hasta la saciedad de blindaje.
Se duda, sin que nadie se llame a engaño, que el atentado en la obra, que se levanta con una inversión de 1,750 millones de pesos, pudiera darse sin la complicidad de los encargados de su protección.
En la zona fronteriza se detienen diariamente indocumentados haitianos que no se sabe cómo ingresan al territorio. La verja ciclónica es parte de una inversión que supone la construcción de 54 kilómetros de hormigón armado, 19 torres de vigilancia y 10 puertas de patrullaje. La rotura de la malla genera lógica preocupación.
Fuente: El Nacional
Eso se debe a la inercia de nuestras autoridades o a la negligencia de las mismas!!!