Por: Roque J. de León B. (MAE).
Así como los ganaderos, criadores de caballos, de cerdos, de perros o gallos, se exigen conocer el semental, pedigrí o trabas de donde proceden sus animales, los ciudadanos debemos ocuparnos de manejar el perfil de las personas que vía unas elecciones o por nombramiento, buscan representarnos en cualquier estamento del Estado.
En nuestros países pobres en ocasiones basta con que el aspirante tenga algún nivel de recursos para lograr su propósito de ser electo o nombrado, comprando conciencias como si se tratara de una mercancía cualquiera.
Por esa y otras razones nos irrespetan al momento de presentar los candidatos a las diferentes posiciones electivas y/o nombradas por decreto, sin importar quién o quiénes tomen en sus manos el poder de conducir los diferentes poderes del Estado.
Es un mal endémico que puede ser superado con educación y posterior concienciación ciudadana, que nos concierne a todos.
Históricamente hemos debido soportar a personas sin ningún tipo de perfil ocupando posiciones donde se toman decisiones que para bien o para mal afectan el bienestar del colectivo.
Nuestro país en este momento y hasta el mes de mayo está en el delicado proceso de seleccionar las autoridades que deberán liderar el destino de la Nación por los siguientes cuatro años y, es nuestra responsabilidad exigir conocer la hoja de servicio, logros y preparación integral de los que buscan asumir ese rol.
Muchos logran beneficiarse con las ya famosas y hasta legales «cuotas», unos con las «reservas» que hacen los Partidos Políticos y otros hacen uso de los recursos materiales que poseen además de emplear las influencias partidarias de sus familiares, aún sin tener méritos ni formación alguna.
Como si eso fuera poco hay individuos que a través de los tormentosos acuerdos políticos, sin merecerlo llegan a ser no sólo funcionarios por decretos sino que se cuelan como regidores, diputados y hay entre ellos que siendo pensionados dirigen importantes instituciones del Estado, posiciones que utilizan para hacerle la existencia de cuadritos a quienes en su entorno no se dejan narigonear; ese tipo de aberraciones hay que atacarlas y eliminarlas.
Como ciudadanos debemos exigir que los Partidos Políticos nos expliquen públicamente el perfil y formación integral que se requiere para ocupar las diferentes posiciones electivas y las que se ocupan por nombramientos así como, los que presentan los aspirantes a ocuparlas.
De igual manera debe establecerse por Ley que los aspirantes a ocupar esas posiciones, si las han ocupado antes o cualquier otra, sin importar la que sea deben presentar sus pliegos de realizaciones durante el período en que las ocuparon; de esa forma evitaremos que personas con «tendencias a ser vagos y vividores» ostenten posiciones que requieren de incumbentes: comprometidos, responsables, honestos y trabajadores.
Ojalá que un día los funcionarios sean selecionados por conciencia y convicción, y no por presión y/o pasión!!
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE).
DIPLOMADO EN TECNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y DEL SINLOPP.