Por: Roque J. de León B. (MAE).
En ocasiones, al caminar por el entorno donde tengo la oportunidad de trabajar y observo la cantidad de cruceristas y excursionistas que pagan para luego desplazarse por nuestro Centro Histórico, pienso que ese espacio de tanta cultura, contenido histórico, bellezas de diferentes tópicos y más; de tanto caminarlo y mirarlo se nos ha hecho paisaje, lo que nos impide apreciar en su justa dimensión lo que la propia naturaleza, reserva para nosotros.
Muchos atribuyen a Albert Einstein haber dicho que: «podemos tener el cerebro lleno de datos e informaciones pero sólo se convertirán en conocimiento cuando los pongamos en práctica», es lo que pasa con nuestro Centro Histórico donde cada ciudadano tiene una teoría para hacerlo práctico y comercial pero, muy pocos toman acciones al respecto.
A pesar de lo que representa en otros países su Centro Histórico para el desarrollo turístico, en República Dominicana y muy en especial en Puerto Plata, nos encontramos algunas personas adineradas que aprovechando la imposibilidad de algunos propietarios para dar mantenimiento a sus inmuebles en estos espacios los van adquiriendo a precio de «vaca muerta» y soltándolos a su suerte para que se destruyan y luego; desnaturalizar la zona con construcciones de estilos contemporáneos.
Mientras esto sucede, la ciudadanía por desconocimiento y las autoridades por complicidad aplaudimos a esos «buenos puertoplateños» que sí se ocupan de invertir para que Puerto Plata «renazca».
Aún bajo estas circunstancias yo guardo la esperanza de que nuestras autoridades entiendan, que desde la administración del Estado se toman las decisiones que nos benefician o nos perjudican a todos por lo que, un Destino Turístico debe ser regenteado por individuos con una amplia visión de futuro y facilidades para el desarrollo de nuevos proyectos.
Sin querer ser romántico pero es muy difícil encontrar un Centro Histórico como el nuestro, que está bordeado: al Norte por el imponente Océano Atlántico, al Sur por la exuberante Reserva Científica y Parque Natural Isabel de Torres que a su vez es soporte de nuestro atractivo e imponente Teleférico y, como si no fuera suficiente muy próximo al Oeste se integran los Puertos Turísticos.
No obstante tantas ventajas comparativas y competitivas aún son muy pocos los sectores impactados por el beneficio del Turismo de Cruceros que tiene un muy buen momento, sobre todo en Puerto Plata.
Esa falta de equilibrio y equidad en la distribución de los beneficios generados por la llegada de los cruceristas y las dificultades para algunos sectores participar e invertir en las diferentes áreas en Puerto Plata, hacen que muchos ciudadanos no les interese ni se sientan comprometidos con la sostenibilidad de la industria sin chimenea.
El Sector Oficial en coordinación con los ciudadanos pensantes y bien intencionados deben proponerse aprovechar las ventajas que nos brinda la naturaleza y el entorno para convertir el Turismo, de una vez y por todas, en el buque insignia que impregne de confianza al Sistema Económico Dominicano.
Igualmente los puertoplateños debemos dedicar tiempo para conocer nuestro patrimonio: histórico, cultural, monumental, entre otros para disfrutarlo, difundirlo y evitar que se repita lo ocurrido con el aporte y base para el desarrollo del primer Polo Turístico de playa, sol y arena que nos hizo el Estado Dominicano, espacio hoy a través del Sistema Inmobiliario, lo que debió ser de todos es propiedad privada en más de un Setenticinco por ciento (75%) y eso, no lo veo ni bien ni justo.
ROQUE J. DE LEON B. (MAE)
DIPLOMADO EN TECNICAS DE COMUNICIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y DEL SINLOPP.