Por décadas los indigentes y los perros callejeros son una realidad en República Dominicana que ha estado presente en las calles del Gran Santo Domingo, siendo un mal que parecer ir creciendo cada día a pesar del tan aclamado crecimiento económico del país, sin que ningún Gobierno ni institución quiera tratar de erradicar este problema social.
En un mundo donde los parámetros sociales y los hábitos de consumo y la información han ido cambiando en busca de la creación de una mejor sociedad orientada a la “justicia y bienestar social”, estas personas y animales viven en condiciones precarias, sin acceso a un techo digno, alimentos suficientes y atención médica.
La falta de políticas y acciones concretas por parte de las autoridades para abordar estos problemas ha llevado a un aumento alarmante de la población de personas que viven en las calles y de perros abandonados, sin cuidado ni atención por parte de las autoridades.
Indigentes
Los indigentes (también los enfermos mentales) son personas que han perdido su hogar y sus recursos, y viven en las calles, buscando refugio en parques, aceras, o debajo de puentes y elevados. Muchos de ellos sufren de enfermedades, adicciones y problemas de salud física, que los hacen aún más vulnerables a la falta de recursos y a la discriminación social.
Con sus rostros cansados y desgastados, reflejan la dura realidad de la vida en las calles sin juzgar ni cuestionar su desdicha. Entre cartones y harapos se refugian, en un rincón oscuro y abandonado, donde la soledad, el calor, y la indiferencia y el frío los abraza, debajo de un puente o elevado.
En vías, parques y debajo de los elevados de la ciudad, es común ver a estos hombres buscando un lugar para dormir encima de la tierra y el concreto usando cartones como colchón y cubriéndose con viejas sucias sabanas, viejas lonas o trozos de plástico o cartón. En los parques usan los bancos públicos como camas.
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Incremento
La falta de políticas gubernamentales efectivas para abordar esta problemática ha provocado un aumento en el número de indigentes en Santo Domingo en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre la población y organizaciones de ayuda social, pero sin que nadie haga algo.
En las calles de la ciudad los indigentes y los perros callejeros muchas veces van de la mano, buscando un pedazo de pan o un rincón donde descansar, en medio de la indiferencia y el desamparo. En ocasiones se juntan para compartir su desdicha y en su comunicación de miradas saber que no están solo.
Perros callejeros
Los perros callejeros son animales abandonados o extraviados que deambulan por las calles en busca de comida, refugio y atención. Muchos de ellos sufren de desnutrición, enfermedades, maltrato y falta de atención veterinaria.
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Esta situación y la similitud, y paralelismo con la de los indigentes es muy preocupante y debería estar en la agenda básica del Gobierno, ya que la situación de los indigentes y los perros callejeros es una muestra de la falta de políticas públicas efectivas para abordar la exclusión social y el maltrato animal en nuestro país.
Si bien existen organizaciones y programas que brindan ayuda a estas poblaciones, la situación sigue siendo difícil y requiere de un enfoque integral y sostenible para su atención, de parte del Gobierno central y del Congreso Nacional que debería crear las leyes para solucionar ambos problema.
Realidad
En conclusión, la ciudad de Santo Domingo, a pesar de ser un destino turístico popular y un centro cultural vibrante, enfrenta desafíos importantes en cuanto a la presencia de indigentes y perros en sus calles.
Es necesario un enfoque integral que combine políticas públicas, programas de apoyo social y la sensibilización de la población para abordar estas problemáticas de manera efectiva y garantizar una ciudad más inclusiva y justa para todos.
Solución
Es necesario sensibilizar a la sociedad dominicana sobre la importancia de cuidar y proteger a estas poblaciones vulnerables, y de trabajar juntos para encontrar soluciones a largo plazo que garanticen su bienestar y su dignidad.
Albergues, alimentación y asistencia médica para los indigentes, enfermos y perros en las calles. En los perros implementar medidas de control de la reproducción, campañas de adopción y programas de esterilización para evitar el crecimiento descontrolado de la población canina y garantizar su bienestar son de las medidas a tomar.
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Indigentes y perros callejeros a pesar de todo, sus espíritus se mantienen vivos, con la esperanza de un mañana mejor, donde puedan encontrar un hogar y un abrazo sincero, lejos de la miseria y el dolor.
Ley 248-12
Según el artículo 12 de esta legislación, sobre Protección Animal y Tenencia Responsable, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, las alcaldías, y las juntas de distritos municipales, están en la obligación de instalar albergues en el ámbito de su territorio para protección de los animales
Fuente: El Nacional