Por: Roque J. De León B. (MAE)
Desde la primera experiencia que vivimos en nuestra ciudad con la llegada de Barcos Cruceristas a nuestros antiguos puertos, conocemos que el movimiento comercial generado por estos, beneficia la Economía Local y hace un gran aporte a nuestro Producto Interno Bruto, en sentido general.
Los puertoplateños, no debemos olvidar los pioneros de la Actividad Crucerista en nuestra ciudad, los señores María Jiménez Messón y Mike Ronald, que desde el año 1971 y hasta los inicios de la década de los 90’s, fueron representantes de las navieras que operaban el negocio en nuestro destino.
Fue una «Época Dorada», el crucerista bajaba del barco directo a la ciudad y tenía contacto con: venduteros, artesanos, restaurantes, rentadores de vehículos de motor, bicicletas, caballos, los que llamábamos «buscones» los que al pasearlos por lugares inimaginables hasta parejas les buscaban; era «Turismo de Pueblo».
En ese período la industria no estaba tan comprometida y metalizada como hoy, los puertos eran del Estado, por lo que no se comercializaba y manipulaba desde ese espacio; a pesar de eso el descuido en el entorno de los atractivos de aquel momento, la arrabalización, el engaño a los visitantes, la prostitución, homosexualidad, los pleitos entre las partes interesadas y beneficiadas del negocio, entre otras, nos brindaron el trago amargo de más tres décadas sin la Industria Turística.
Esa ausencia del Turismo nos legó: quiebras de diversos negocios y la ruina económica para sus propietarios, exceso de habitaciones que servían de madrigueras para la creciente delincuencia y prostitución de menores, a eso agréguele el creciente mercado del micro tráfico de droga, la Trata de Personas, el suicidio a través de los viajes en yolas; por favor aporte usted los suyos.
Pasadas todas esas vicisitudes, algunas organizaciones de la sociedad civil y comerciantes de nuestra provincia, iniciaron una cruzada por la rehabilitación de nuestros puertos y el retorno de los Barcos Cruceristas, actividad que se dice era boicoteada por algunos funcionarios locales, del área turística.
Esos movimientos lograron la atención del gobierno de turno y del subsiguente logrando la construcción y puesta en funcionamiento de de los Puertos Turísticos: Amber Cove y Taino Bay, los que han traído a Puerto Plata cientos de miles de cruceristas.
Tiene que llamarnos la atención, que los mismo actores de este momento, que son los mismos del pasado, en el área de servicios de la Industria del Turismo no aprendieron la lección y, recibiendo decenas de miles de visitantes en un solo día, están repitiendo los mismos episodios que nos costaron tantas preocupaciones.
Ese es un lujo que como puertoplateños no podemos permitirnoslo, debemos exigir a las autoridades del área turística asumir con responsabilidad sus diferentes roles en ese estamento del Estado Dominicano en tan importante momento, entre los que están: ser buenos gestores y lo han sido, buenos comunicadores, buenos negociadores, conciliadores; garante del interés común, la equidad y sobre todo cumplir y hacer cumplir el Marco Jurídico en el sector.
En República Dominican, la Industria sin Chimenea representa en la actualidad el diecisiete por ciento del Producto Interno Bruto, eso es muy significativo, por lo que debe legislarse para declarar la protección a la Actividad Turística como un asunto de Interés Nacional igual como está esblecido en otros países, el que comete la osadía de violar lo establecido en lo legislado, paga las consecuencias.
ROQUE J. DE LEÓN B.
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y DEL SINLOPP.