.Por: Roque J. de León B. (MAE).
Desde hace mucho tiempo he manifestado mi indignación por los famosos procesos de reforestación que son llevados a cabo en República Dominicana por sentir que estos estan revestidos de hipocresía; primero permiten el desmonte de las riveras de nuestros ríos al igual que los bosques secos y montañas para luego hacer grandes inversiones en supuestas reforestaciones.
Recuerdo que siendo un niño y residiendo en el campo (Cantabria-Sampiñé) cuando el conuquismo dañaba la foresta en las montañas y en el entorno de las cañadas, arroyos, riachuelos y ríos, el Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, un real ocupado de la conservación del Medio Ambiente, ordenaba reforestar con el método de regar semillas de: Mara, Caoba, Plantas Frutales y otras, que eran lanzadas desde avionetas y el Departamento de Foresta porque no existía el de Medio Ambiente, era responsable de dar seguimiento y rendir cuentas de los resultados.
Por esa razón era frecuente encontrar en los campos los patios con grandes guayabales, naranjales, entre otros cítricos así como: aguacate, mango, manzana de oro, guama, pomo y más.
Hoy, seguro estoy de que si preguntáramos en nuestros campos a cualquier: Niño, Niña, Adolescente o Joven por algunos de esos frutos les estaríamos provocando un ataque de risa burlesca por el desconocimiento de los mismos.
Desde este espacio me permito sugerir a los que motivan la inversión de millones de pesos en la compra, inútil, de miles de plantas para reforestar que cambien de método ya que estas por falta de seguimiento, nadie puede afirmar a ciencia cierta cuántas sobreviven.
Para apartar un poco la hipocresía de una actividad tan digna como es la reforestación deberían sacar las granceras del cauce de los ríos de nuestra provincia, las procesadoras de agregados que destruyen los bosques secos de las proximidades del Túnel de Altamira y la Loma de Piché en Santiago de igual manera, los que en Puerto Plata construyen en el cauce de los ríos y, los que destruyen nuestra Reserva Isabel de Torres por los cuatro Puntos Cardinales.
Con frecuencia nos encontramos que los gobiernos gastan cuantiosas sumas de dinero en supuestas reforestaciones de las cuencas acuíferas e igual hacen algunos personajes, regularmente políticos, sin que los resultados se vean ni se sientan porque son impulsos coyunturales y ocasionales buscando algún impacto, que no pasa de ser momentáneo.
Reforestar debe ser un plan y una responsabilidad de Estado a través de los cuales al Ministerio de Medio Ambiente se le asigne un presupuesto a ejecutar, con objetivos y metas medibles y que los logros sean dados a conocer en períodos de tiempo prudentes.
La Sociedad Dominicana no puede seguir permitiendo que se gasten los recursos recaudados vía los impuestos que pagamos todos, en actividades por la que nadie responde y los resultados no se hacen visibles.
Se hace perentorio que cuidemos nuestro hábitat, la mejor manera para lograrlo es deteniendo la destrucción de lo que nos queda del regalo perfecto que nos hizo la naturaleza y, que de manera sincera y honesta contribuyamos a reponer lo que los malos e inconscientes ciudadanos han destruido.
NO podemos seguir permitiendo la destrucción de nuestro Medio Ambiente e intensificando el Calentamiento Global.
ROQUE J. DE LEÓN B.
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y DEL SINLOPP.