Todos los años, de un tiempo a esta parte, el evangelista Ezequiel Molina congrega a unas 50 mil personas en el Estadio Olímpico, donde se desarrolla un espectáculo digno de un reconocimiento durante los premios Soberano que organiza, también todos los años, la Asociación de Cronistas de Arte.
De acuerdo con su hoja de vida, Ezequiel es un cristiano desde los 14 años. Ya cumplió 80. No encontré ningún estudio, salvo la Biblia, ni actividad productiva alguna durante más de 60 años.
La Fundación que dirige es “sin fines de lucro”, La Batalla de la Fe, por lo que ignoro si ha ganado el sustento suyo, de su esposa y de sus cuatro hijos “con el sudor de su frente”, como mandan las sagradas escrituras.
Ezequiel Molina es un hombre profundamente religioso, pastor atrasado y conservador, que lejos de contribuir al desarrollo de su pueblo, lo sumerge en el ostracismo cultural, con proclamas propias de tiempos ya superados por buena parte de la humanidad.
El machismo del que hace gala el pastor de almas no puede ser más reaccionario y perturbador.
Dice que detrás de cada mujer exitosa hay un hogar abandonado, como si ellas fueran las culpables del deterioro social, de la inversión de valores éticos y morales de la sociedad dominicana.
La mujer dominicana ha dado un salto importante en los últimos años gracias a la toma de conciencia que la ha llevado a insertarse en el mercado laboral, alcanzando posiciones cimeras, tanto en el sector público como privado. El aporte de las mujeres al desarrollo nacional ha sido fundamental.
Históricamente las mujeres han pagado un precio demasiado alto en persecución, atropello, muertes violencia, etc., para alcanzar el reconocimiento social que hoy ocupa.
Ese reconocimiento, ha sido el resultado de muchos sufrimientos de una lucha incansable en contra de los prejuicios, de la doctrina religiosa que consideró durante siglos a la mujer como un ser inferior, que llegó a proclamar que el cerebro de las mujeres era más pequeño que el de los hombres, por lo tanto, incapaces de aprender y de enseñar a los hombres.
Hoy día las mujeres dominicanas son mayoría en las universidades en más de un 60%, en su mayoría logran convertirse en profesionales en medicina, turismo, magisterio, contadoras, bioanalistas, doctoras en derecho, etc.
Como dicen las feministas, las mujeres no sólo son la mitad de la población mundial, sino que, además, son las madres de la otra mitad. Siendo así, la otra mitad, es decir, los hombres le debemos respeto y consideración. Las mujeres son las que dan la vida. Acogen en su vientre a los bebes durante nueve largos meses.
Solo un hombre muy retrogrado, machista ancestral, puede culpar a las mujeres del deterioro del hogar, de la degradación de la familia, como núcleo primario de toda sociedad.
¡Sí, así es!!!
100% de acuerdo con su defensa a la mujer!!!!🙌😀