Los presos y celulares

Ramiro Francisco

No somos muy bueno, ni bueno siquiera con los números. Aunque algunos hermanos y mis hijas, sí lo son, conforme a testimonios de sus alumnos.

Con todo, leemos que se tienen estimulados unos 300 millones de pesos, para el bloqueo digital de señales de Internet, en las cárceles dominicanas (DPL News 16-2-25).

¿Qué tal si se impide, si se niega, la entrada de celulares a nuestras cárceles? ¿Existe alguna ley?

Corresponde a las mismas autoridades carcelarias echar por tierra, tantos dimes y diretes sobre supuestas “mafias” entre internos y las mismas autoridades, hace mucho daño y le otorga armas a la oposición para sus contínuos ataques.

“mafias, carteles o entramados” que presunta y alegadamente, obtienen jugosos beneficios económicos por la entrada, y uso de los celulares.

Presidente Abinader y sus Ministros, altas autoridades militares policiales y del Ministerio Público: dejen precedentes, legados, normas, hechos, que no den tanto de qué hablar, respecto al uso de los celulares en las cárceles dominicanas.

Se dice de todo. Con razón o sin ella. Robo de identidad, amenazas, robo de claves de tarjetas bancarias…órdenes en el narcotráfico…en fin.

Entre los presos o internos, hay buenos técnicos de Informática, que pueden desbloquear fácilmente, cualquier dispositivo o medidas, y continuar con sus fechorías.

Eso no sería posible, con la prohibición de la entrada y uso de celulares en nuestras cárceles. Si son necesarias la instalación de puertas de seguridad-alarmas como en los aeropuertos, no lo piensen dos veces.

Admito, que desconozco sobre el uso de celulares por los presos en EEUU, Cuba, Venezuela, Argentina, Rusia, China, Singapur y cualquier otro país, pero en el nuestro, la situación se sale de control.

No creemos se tenga que estudiar y graduarse de Ciberseguridad, en las más prestigiosas universidades del mundo, para tratar de entender la situación que se vive en República Dominicana.

Esa es nuestra propuesta, una sencilla alternativa. Formule usted la suya.