Editorial
El asunto no es ser mujer, ni tener un apellido de renombre. Menos, no ha sido por ser bajita, o de elevada estatura. Flaca o gordita. No es por exhibir mini-falda extrema, reír o no. Cuando se escoge una mujer en instituciones como la Cámara de Comercio en cualquier provincia o el Distrito Nacional para dirigirla, se piensa en una persona de temple, responsable, trabajadora, que inspire a trabajar en equipo, que fomente programas o proyectos y trabaje hasta convertirlos en realidad.
Es lo que ha pasado desde nuestra óptica, visión o realidad, con Mileyka Brugal.
Mujer que Inspira confianza, respeto, credibilidad y obediencia.
Le deseamos lo mejor a ella y a todo su equipo. Falta mucho por hacer. Continúen su arduo trabajo por un Puerto Plata desarrollado, ordenado, en continuo crecimiento y digna de mejor suerte.
¡Sí, se puede!