Por: Roque J. de León B. (MAE)
Los seres humanos, sin importar su origen, en lo personal tienen un proyecto de crecimiento y desarrollo integral en el que incluyen su núcleo familiar.
Habitualmente los jóvenes de clase media-alta y alta se inclinan por su formación profesional y empresarial, los de la clase media-baja y baja se direccionan por lo regular hacia el mundo de las micro empresas, profesiones y oficios técnicos así como el trabajo informal.
En la medida en que las personas se aproximan a la adultez se definen y acentúan sus intereses al igual que se profundizan las demandas de sus proyectos, lo que en ocasiones provoca que muchas de ellas se distancien de las actividades familiares, sociales, culturales, deportivas; sana alimentación y otras, en la medida en que esto pasa su calidad de vida disminuye.
Ese distanciamiento de su entorno poco a poco los convierte en individuos sedentarios, lo que en el tiempo los impacta de manera negativa y es lo que provoca en ellos la degradación en su calidad de vida; unos por descuido y falta de tiempo, otros por ocupaciones propias de los sobrevivientes, carencia de concienciación y de recursos.
El impacto negativo puede reflejarse a mediano y largo plazo en condiciones como son: hipertensión arterial, diabetes, obstrucción de la circulación, daños en diferentes órganos de la anatomía, enfermedades catastróficas, entre otras.
Debemos y podemos prevenir estas y otras afecciones haciendo un equilibrio entre las actividades que desarrollamos en nuestro día a día sacando tiempo para: Dios, convivir en familia, leer, pensar, reflexionar, disciplinarnos, planificarnos, organizarnos, trabajar, visitar periódicamente nuestros médicos, ejercitarnos adecuadamente, alimentarnos correctamente, divertirnos, interactuar con nuestro entorno, ser solidarios, respetar las reglas de convivencia en sociedad, entre otras; esto nos ayudará a evitar los diferentes tipos de presiones que hacen vulnerable no sólo nuestro nivel de vida sino nuestro sistema familiar.
Lograr ese anhelado equilibrio nos conduce a ser más útiles y productivos, lo que se traduce en bienestar personal, familiar y para toda la sociedad.
Para implementar en nosotros ese por todos tan anhelado bienestar debe existir de forma individual y colectiva: educación, concienciación, compromiso y orientación permanente por parte de los sectores público-privado.
Cuando, como país logremos colocarnos a ese nivel entonces estaremos en capacidad de publicar y promocionar que en República Dominicana tenemos un sector productivo eficiente y garantista de la satisfacción de las necesidades de su público y/o mercado meta, sin importar sus complejidades y exigencias.
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE)
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP