Arturo Martínez Moya
Como se esperaba, en toda parte el aumento de los tipos de interés para combatir la brutal inflación ha puesto freno al crecimiento del PIB real.
En tasa interanual el nuestro avanzo un 1.4% en enero-marzo 2023, cierto, menos que en los mismos meses de 2021 y 2022, pero superior a 0.3% en Estados Unidos, ni comparar con Alemania que entro en recesión con una contracción en su PIB real de 0.3%, y sobre la media de la zona euro que promedio solo 0.1%, en el trimestre primer trimestre 2023.
El importante diferencial en favor de la economía dominicana porque aquí no se reflejó la intensidad del complicado y desfavorable entorno externo, como si sucedió en las principales economías del planeta.
Explica el crecimiento de nuestro PIB, por el lado de la producción, el aumento del valor agregado de hoteles, bares y restaurantes y sector salud, no obstante, el descuenta de caídas de valor agregado en minas y canteras, manufactura local, zonas francas y construcción.
Por el del gasto, el valor FOB exportaciones totales retrocedió -1.52% a precios corrientes (de US$3,052.2 millones enero-marzo 2022 a US$3,005.7 millones enero-marzo 2023) y -0.82% en volumen, porque los precios, que aproximo con los de bienes comerciables publicados por el Banco Central, decrecieron -0.7%.
No puedo afirmar que por el retroceso del volumen exportado perdimos cuota de mercado, dependerá de lo que sucedió con el comercio mundial, la OMC todavía no publica sus datos, pero por lo menos el retroceso es inferior a la pérdida de 2.4% del volumen de comercio mundial en 2022.
En cuanto al valor FOB de las importaciones totales, a precios corrientes creció 2.0% (de US$$7,013.2 millones enero-marzo 2022 a US$7,154,0 millones enero-marzo 2023), el 81.1% nacionales, aumentaron 3.4%, el resto zonas francas, descendieron -3.7%, en línea con la reducción de valor agregado en el sector.
A precios corrientes, el aumento (2.0%) de importaciones totales contrasta con la caída (-1.52%) de exportaciones totales, lo mismo en volumen, el retroceso (-0.50%) de importaciones fue menor al de exportaciones (-0.82%), basado en el supuesto de que los precios unitarios de productos importados como media aumentaron 2.50%, menos que el 6.0% en 2022 según la OMC.
Como consecuencia del retroceso de exportaciones frente al repunte de importaciones, ambos a precios corrientes, aumento (3.3%) el déficit comercial hasta US$3,725.7 millones, con los componentes que estimo así: US$1,485 millones a precios constantes (volumen) y US$2,240 por precios.
Resumiendo, con su avance (1.72%) la demanda nacional se distancio del sector exterior neto que descontó (-0.32%), y como lo explique en mi artículo de la semana pasada, el consumo e inversión de familias, empresas y gobierno, ha sido motor del crecimiento del PIB real en los últimos años, y lo será en 2023, estimo avanzara no menos de 4.5%, es decir, cinco décimas más de lo esperado por el FMI.
En buena medida me apoyo en que, como dijo el Gobernador del Banco Central en Santiago, la inflación entrara al rango meta de 4% ± 1 % a final de mayo, antes de lo pronosticado, donde se mantendrá en lo adelante, y razono yo, para cuando la inflación subyacente se coloque por debajo de la general, no antes, iniciar el proceso de descenso de la tasa de política monetaria.