Por: Roque J. de León B. (MAE).
Con gran preocupación observo cómo cada día tenemos una cantidad indeterminada de personas procedentes de diferentes latitudes que legal o no llegan y se quedan en Puerto Plata, cifrando sus esperanzas de progresar junto a los suyos pero a mediano plazo; al no lograr insertarse en el mercado laboral y productivo podemos encontrarlos deambulando por nuestras calles y, algunos alimentándose en los zafacones.
Ese es el preámbulo que los sumerge en una serie de situaciones que más tarde, a los de menores habilidades para sobrevivir los conducen a un estado de demencia que al final los aniquila como seres humanos.
Bueno es señalar que los que traen alguna formación de negocios y/o empresarial intentan emprender, unos lo hacen con éxito aún sea de venduteros en las calles, otras y otros se prostituyen por «necesidad» y los que tienen genes ligados a la delincuencia se incorporan al desarrollo de ese mal social.
Todas esas actividades de subsistencia si no son exitosas a corto plazo pueden conducir a profundos grados de soledad y posteriormente a diferentes niveles de depresión, que es una enfermedad mental.
Indica ésto, que el descuido en el control migratorio y los diferentes tipos de negocios ilícitos que a través de ese descontrol han conducido en el tiempo a un exclusivo club de inescrupulosos a acumular millonarias fortunas materiales, que no sólo destruyen la economía de nuestro país sino las fuentes mismas de esta; como lo es por ejemplo, el Turismo.
Esa terrible y temible enfermedad llamada demencia así como la delincuencia internacional, se conjugan y la primera golpea inmisericordemente a una parte de nuestros inmigrantes mientras que una parte importante de estos que son de diferentes nacionalidades agobian a la sociedad con sus actos vandálicos; eso sólo podemos evitarla si como país, asumimos con responsabilidad el control de quienes entran al Territorio Nacional, determinando bajo cuáles condiciones lo hacen, con cuáles finalidades nos visitan, cuál es su estadía y lugar de hospedaje y, si al momento de cumplir su tiempo de permiso no se registran las salidas entonces indagar en el lugar donde se registra su alojamiento por qué intentan convertirse en ilegales.
De todos es conocido que a una parte importante de quienes han integrado nuestra clase política y que ha manipulado el manejo de las instituciones del Estado a lo largo del tiempo, no le ha interesado ni le interesa que esa situación sea resuelta porque de alguna manera para ellos lo importante es que prevalezca su interés particular y bajo ningún concepto, el Nacional.
En Puerto Plata hemos tenido personajes como el famoso Bily (Norteamericano) que tal como si hubiera sido un burro salvaje violaba a nuestras enfermas mentales en plena Plaza Central; pero los tenemos cubanos, venezolanos, haitianos; ellos al igual que nuestros piperos llegaron a esa cruel enfermedad por el consumo desenfrenado de sustancias controladas.
Pero, al otro extremo de la balanza cuelgan los que siendo en ocasiones de los delincuentes más buscados en los diferentes polos del universo aquí viven como príncipes y señores disfrazados de exitosos empresarios; los puedes encontrar ocultos en nuestros residenciales desde Cabarete hasta Altamira y desde ahí al Este y hasta el Sur o simplemente compartiendo en los más diversos «Circulos Sociales», aaahhh y no dudes que les hayan ayudado a cambiar la identidad.
Podemos controlar, desde esas Enfermedades Mentales hasta la Delincuencia Internacional con medidas tan simples como definir claramente y dar a conocer cuáles son nuestras Políticas Migratorias y, si por cualquier circunstancia debemos desarrollar planes de visados, residencias y por qué no ciudadanías humanitarias, identificar las causas que pueden darle origen a la vez que se listen las consecuencias para quienes permanezcan de forma ilegal en nuestro territorio al igual que para los que se benefician de estos a través del tráfico de influencia como un elemento grave dentro de la Corrupción Administrativa.
ROQUE J. DE LEÓN B. (MAE).
DIPLOMADO EN TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN SOCIAL INTEGRAL.
MIEMBRO DEL SNTP Y EL SINLOPP.