Por Ramiro Francisco
Me prometí, no hablar de manera repetitiva, sobre el resultado de las elecciones de este domingo. Gane quien gane.
Voy a hacer lo mismo que con el Puente de Cangrejo.
El “puentecito”, el puente de mierda” “el doblado” el que casi pega con el agua”…llegó un momento, en que no escribí nada. Ni contestaba nada, ni a nadie. Feliz como una lombriz, por aquello de que calladito, me veo más bonito.
El puente, se inauguró. Hasta ahora todo bien y todos contentos.
Perdón, no todos. Hay quienes no pueden ocultar su dolor. Deseaban que aquello fuera un fracaso y se les fue el “tiro por la culata” matándolos.
Ahora parece, muchos apuestan a un desastre. A que se arme un rebú. A que ocurra un par de muertes, aunque los fallecidos sean sus propios familiares.
No dudo, que alguien intente salir corriendo con una urna antes del conteo. En provocación de “una vaina”.
Uno de los tantos candidatos a la presidencia de la República, va a ganar las elecciones. Usted quiere, que gane el suyo. También deseo que gane el mío.
Hablaremos y escribiremos sobre el resultado de las elecciones, a su debido tiempo. Sin prisa.
Los cristianos van a orar y rezar, para que gane su candidato de partidos diferentes. Dios va a tener mucho trabajo este domingo
Evitemos los malos entendidos, discusiones y provocaciones que nos lleven a garatas y pleitos.
Que gane, el que reciba más votos dentro de la ley .
Sin desperdicio…