Angel Artiles Díaz
6/mayo/2025
La Liga Miramar nació junto con la década de los 70, mientras un grupo de ‘coqueros’ jugaba dominó en la acera de la casa de Pin y Mamy, ubicada en la esquina formada por las calles Rafael Aguilar y Cardenal Sancha (calle 2), cuando un grupo de amigos compuesto, entre otros, por Pilo, Botellita, el Peje, Chon, Pillillín, Viejo y otros oriundos de Los Cocos (entre los que me encontraba yo, como mirón, porque nunca he aprendido a jugar dominó). De ahí pasó a formalizarse como Club Deportivo y Cultural, cuya actividad principal era el juego de dominó, que posicionó al club en los primeros lugares en todas las competencias de dominó celebradas en Puerto Plata.
Más tarde, los peloteros Francisco Martínez (Botellita), Hipólito Martínez (Pillillín) y Cecilio Vásquez (el Peje), siempre acompañados de Viejo, Pilo y otros fundadores del barrio que exhibían sus mentes sanas en sus cuerpos sanos. En fin, la Liga Miramar se convirtió en una potencia deportiva, en béisbol, vóleibol, basquetbol, básicamente.
Ahora, desgraciadamente, nuestra Liga Miramar apenas debuta en el basquetbol, sin ninguna actividad cultural ni nada que se le parezca.
Anoche, en la calle Rafael Aguilar esquina Juan Lafitte, se instaló una tarima para celebrar el triunfo del equipo de basquetbol en el torneo 2025. Desde las tres de la tarde se instalaron unos potentísimos altoparlantes e inmediatamente se inició la difusión a todo volumen de un concierto de dembow cuyo contenido de malas palabras, incitación al consumo de drogas y de irrespeto a la mujer, sin importar los vecinos de la tarima, porque la gente decente sobra en los barrios.
A ese desorden ‘organizado’ por la Liga Miramar acudieron los mejores representantes del lumpenproletariado de todos los barrios populares de Puerto Plata, un maldito desorden que no respetó ni siquiera la tormenta de lluvia y viento que se presentó de las ocho de la noche en adelante. En medio de la tormenta, ese producto alienado de la juventud que ‘celebraba’ el triunfo del equipo de la Liga Miramar, vociferaba desafíos a la fuerza de la naturaleza tales como: Somos de los Cocos y no tenemos miedo y, otras bellezas propias de esta juventud sin Norte ni Sur.
¡¡Qué maldito desorden…!!
El término lumpenproletariado proviene del alemán Lumpenproletariat, que se traduce como «proletariado de andrajos» o «proletariado harapiento». Fue acuñado por Karl Marx y Friedrich Engels en el siglo XIX, específicamente en su obra La ideología alemana (1845). Marx utilizó este concepto para describir a un grupo social que, aunque pertenecía a la clase trabajadora, no tenía conciencia de clase ni participaba activamente en la lucha revolucionaria.
Este grupo estaba compuesto por individuos marginados, según Marx, eran susceptibles de ser manipulados por la burguesía para frenar los movimientos obreros. En El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, Marx profundiza en la caracterización del lumpenproletariado, señalando cómo fue utilizado por Napoleón III para consolidar su poder.
El fenómeno degenerativo arropa la juventud de todos los barrios.
Males son de la época, no de la Liga Miramar.