Ramiro Francisco
La experiencia por la que ahora atraviesa el “influencers” que se puso a amenazar al Presidente de la República Luis Abinader Abinader, pudo haberse evitado, si ante otros hechos parecidos o muy semejantes, se hubieran tomado las previsiones de lugar y sobre todo, las consecuencias correspondientes.
Starlin Silvestre Corporán, alias Starlin HD, es apenas un joven de unos 23 años de edad, con toda una vida por delante. Es la persona involucrada en amenazar al mandatario.
La influencia que muchos creen dan los medios de comunicación, los programas de radio o televisión, una que otra plataforma en redes sociales, nos hace creer a muchos, que somos “poderosos”, y que ese “poder” podemos utilizarlo, para lo que nos dé la gana.
Denunciamos, criticamos, acusamos, amenazamos, las más de las veces sin prueba alguna. Inventamos una “fuente” y todo bien, porque la “libertad de expresión y de pensamiento”, se respeta.
Adoptamos una posición muy seria y “empavonada”, hasta tanto somos buscados y encontrados por agentes de seguridad del Estado.
Ahí cambia todo. De las risas, sarcasmos, amenazas, gestos con el puño y esas cosas, adoptamos la “sencillez y humildad”. Nos damos cuenta del lío que hemos provocado y en el que nos hemos metido y entonces viene el “arrepentimiento” y el solicitar “ayuda y perdón”.
Luego, por la razón que sea, todo se queda así. Cero consecuencias. Hasta que aparece otro “valiente”, y el tema vuelve a ocupar titulares y la atención de la ciudadanía. ¿Hasta cuándo?